domingo, 30 de junio de 2013

~Bienvenida, "chica nueva"~

Entramos en un vagón dónde se encontrabanuna chica de pelo largo rubia platino, un chico de pelo corto oscuro y una chica pelirroja.
-___ estos son Luna, Seamus y Ginny. Chicos esta es ___.
-Hola, encantada.-me senté al lado de Neville.
-¿Eres nueva?-preguntó Seamus
-Otro igual, no, no soy nueva-dije sentándome al lado de Luna.
-No te he visto nunca-dijo Luna con una voz tranquila.
-No suelo llamar la atención.
-Dirás solías, ahora vas a tener a todos los chicos de grifyndor detrás de tí. Empezando por Seamus-dijo mirando al chico que no me quitaba la vista de encima.
-Lo siento-dijo.
-¿Dónde estabas?-preguntó la pelirroja- Neville estaba preocupado, nos ha hablado tanto de ti... teníamos muchas ganas de conocerte.
-Estaba con los gemelos Weasley.
-Oh, mis hermanos... unos locos por la diversion.
-Me gusta como suena eso, diversion. Nunca he hecho algo divertido.
-¿Nunca?-preguntó Seamus asombrado.
-Nunca, lo único que hacía era estudiar.
-Que aburrida-dijo Seamus.
-¡Seamus!-dijo Neville.
-Tiene razón, pero este año va a cambiar todo, voy a pasarlo bien-sonreí.
-Ya era hora-dijo Neville
- ¿Y tu? ¿Que tal las vacaciones?-pregunté a Neville. Sabía que Neville iba a practicar algun hechizo como cada verano. No se le daban nada bien los hechizos.
-Bueno, digamos que no muy mal...
-¿No muy mal? ¿Que no muy mal? ¡Me salió ardiendo la ropa!-gritó Seamus.
-Eso fue un error tonto, no me ha vuelto a pasar.
-Porque no has vuelto a practicar-dejó caer Seamus suavemente.
-Hemos llegado-dijo Luna.
El tren paró. Cogimos nuestro equipaje y salimos del vagón.
-¡Harry!-gritó Neville.
Un chico de pelo negro, gafas y ojos azules se dio la vuelta y se acerco junto a un chico y una chica hacia donde estábamos.
-Neville, ¿qué tal todo amigo?-se abrazaron todos.
-Chicos quiero presentaros a alguien-Neville se acercó a mi.- Harry, Hermione, Ron, esta es ___, ___, estos son Ron, Harry y Hermione.
-Un gusto-dije
-Lo mismo digo-dijo la chica.
-No te he visto nunca por aquí-dijo Harry.
-Creo que te vi una vez en la biblioteca-dijo Ron. Creo que ese chico es hijo de Arthur, más que nada, es pelirrojo.
-Hermanito, ¿tu en la biblioteca?-dijo Ginny.
-Si, vale, suena raro, pero era el unico sitio que me faltaba por buscar a Hermione.
-Eso lo explica todo-dijo Seamus.
-Vamonos, no quiero que Flitwick me heche la bronca como el año pasado-dijo Ron
-¿Qué pasó el año pasado?-pregunté
-Se quedó dormido en el asiento-dijo Harry
-Si, intentamos despertarlo pero no fuimos capaz-continuó Hermione.
-Venga, vamos deprisa.
Nos pusimos a andar hasta estar dentro de la escuela. Subimos hasta las escaleras y nos despedimos de Luna. Subimos hasta nuestra sala. Allí dejamos las cosas y nos pusimos nuestras túnicas para bajar al comedor.

martes, 11 de junio de 2013

~Todo comienza ahora~

Esto es subrealista. Después de estar horas y horas en el tren, completamente sola, sí, sola, nadie se ha sentado en mi cabina, llegamos a Hogwarts. Es enorme. Sigo sin creerme que esto existe. Entramos en una sala enorme llena de velas flotantes y de estudiantes más mayores que nosotros.
-Queridos alumnos, damos la vienvenida a los nuevos estudiantes de Hogwarts. Y ahora, procedamos a seleccinar las casas. Profesora McGonagall...
Una mujer de avanzada edad colocó un sombrero sobre un taburete y empezó a leer una lista que llevaba en la mano.

Mi turno. Me senté en el taburete y me colocó el sombrero sobre la cabeza.
-¡Gryffindor!-todos aplaudieron.
Me dirigí hasta donde estaban todos los alumnos de esta.casa y me senté con ellos.

Durante toda la noche pude ver que habia cuatro casas. Esto es muy raro para mi. Pasaban unos cuantos fantasmas por encima de las mesas y saludaban a todos los alumnos de la escuela.

-Queridos alumnos, es hora de irse cada uno a su casa correspondiente. Los prefectos les llevarán a su sala común. Mañana las clases empiezan muy temprano. Buenas noches-el director se levantó y se fue.
Todos los presentes allí nos levantamos y fuimos detrás de nuestro prefecto.
-Tened cuidado con las escaleras, se mueven-dijo él.
Subimos todas las escaleras hasta el séptimo piso. Se paró enfrente de un cuadro.
-Detrás de este cuadro está vuestra sala común.
-Contraseña-dijo la sseñora gorda del cuadro.
-Sorbete de limón
El cuadro se abrío como una puerta dejándonos pasar a su interior.
-Chicas arriba a la izquierda, chicos arriba a la derecha. Los chicos no pueden entrar en el dormitorio de las chicas bajo ningún concepto. Que pasen buenas noches.
Se fue y después nos subimos cada uno a nuestro dormitorio.



DE SEPTIEMBRE DE 2001
Me desperté dando cabezazos como siempre y empecé a colocar las cosas en la maleta para empezar mi penúltimo curso en Hogwarts. Mi vida allí no es que haya sido la mejor. Llevo unos cuatro años allí y no he hecho ningún amigo todavía. Soy demasiado tímida y todos me miran como un bicho raro, claro, los que me miran, porque hay otros que nisiquiera me miran. Con el único chico que he hablado durante todos los cursos ha sido con Neville Longbottom. Es un buen chico. Aunque es un año menor que yo. Pero este curso va a ser diferente. He cambiado. Mi timidez no es la misma, este curso voy a pasarlo bien. Voy a hacer alguna travesura que he pensado durante estos años. Los de Slytherin no volverán a decirme nada de mal gusto. Voy más segura que nunca. Mi pelo ha cambiado. Sgue rizado  pero ya lo puedo domar. Mis gafas...han desaparecido. Gracias a una amiga de Neville, puedo ver sin ellas.
Cogí todas mis cosas y salí del hotel donde me alojaba. No he vuelto a ver a mi padrastro desde el día que le dejé. Estos años he estado trabajando en vacaciones para poder pagarme un hotel y vivir en él.
Cuando llegé a la estación con mi carrito lleno de cosas, coloqué mi varita (que años antes, Hagrid, el guardabosques, junto a otro chico de gafas redondas me acompañó a comprarla) en la bolsa de mano y atravesé la pared.
-¡Cuanto tiempo!-escuché una voz delante mía.
-Arthur-llevaba mucho tiempo sin verle
-¿Qué tal todo? ¿Te gusta la escuela?-me abrazó. Nos hemos puesto un par de veces en contacto por correo aéreo.
-Es genial. Gracias por todo lo que hiciste por mí aquel día.
-No tienes que darlas, fue un placer. Molly, esta es la chica de la que tanto te he hablado.
-Hola cariño-la mujer que estaba la otra vez en el andén me abrazó.
-Encantada señora Weasley
-Lo mismo digo...
-___.
-___-áfirmó
El tren sonó.
-Me voy ya. Un placer conocerla Molly, me alegro de verte Arthur-me despedí de ellos y entré en el tren.
Caminé por los pasillos. Ningún vagón vacío y no encontraba a Neville por ninguna parte. El último vagón que había estaba ocupado solo por los gemelos Weasleys.
-Perdón-me disculpé y me di la vuelta
-No importa, puede entrar, solo estamos nosotros tres-dijo uno de los gemelos.
-No, no quiero molestar-creo que más roja no podía estar.
-No molestas, pasa-dijo el otro.
-Gracias.
Entré y me senté en el mísmo asiento donde estaba uno de ellos pero en el lado de la puerta ya que él estaba en el lado de la ventana enfrente de su hermano.
Me puse a dibujar en la puerta de cristal sobre el vaho que había producido por el frío. Hasta que me sacaron de mis pensamientos.
-¿Eres nueva?-preugntó uno.
-No puede ser nueva, memo, en Hogwarts se empieza desde los 11-dijo el otro
-No, no soy nueva
-No recuerdo haberte visto por la escuela-dijo el que se sentaba junto a mí
-Suelo pasar mucho desapercibida
-Pues no entiendo porque-dijo el otro
Moví la cabeza de lado a lado y seguí con lo mío.
-¿Habéis visto a una chica de pelo extraño y gafas gruesas por aquí?-un chico entró por la puerta sin llamar. Levanté la vista.
-¡Neville!-me levanté y lo abracé
-¡___! ¡Cuanto has cambiado!
-Lo sé. Te estaba buscando pero no te encontraba.
-Me he retrasado un poco, lo siento. ¿Te vienes conmigo?
-Claro. Adiós-les dije a los pelirrojos que se encontraban en mi vagón.
-Adión -dijeron.
Yo abracé a Neville a causa del frío mientras caminabamos por los pasillos. 

sábado, 8 de junio de 2013

~Carta inesperada~


Vivo con mi padrastro en un pueblecito de Londres, Wolverhampton. Soy hija única, lo que no me gusta ya que todo lo malo me pasa a mí. Mis padres se divorciaron cuando yo tansolo tenía dos años. Mi madre volvió a casarse y mi padre murió tres años más tarde de forma trágica. Murió desangrado de una manera extraña en el salón de su casa. Mi madre también murio otros tres años más tarde, es decir, cuando yo tenía ocho años, dejándome sola con mi padrastro.
Mi padrastro, es el hombre más odioso del mundo. Desde que conoció a mi madre y se hizo parte de la familia, mi madre me trataba de lo peor y él también.

Ahora mísmo tengo 16 años. Soy de estatura media, con ojos café y pelo castaño rizado. Me considero una chica normal dentro de lo que cabe, si no fuera porque...


1 DE SEPTIEMBRE DE 1996. 11 años.
Sábado. Mi padrastro todavía no ha llegado a casa y me muero de hambre. Últimamente está muy raro. Sale poco y cada vez que llega el del correo sale corriéndo hasta la puerta para recibir las cartas. Escucho un ruido que viene desde la parte superior de la casa. No sé que hacer. Me armo de valentía y subo. No hay nada. Me hacerco hasta una pequeña ventana y miro por la ventana. Llueve. Veo venir algo volando velozmente y choca con la ventana a la que estoy asomada y cae.
-¿Pero qué?-me pregunto a mí misma.
Bajo hasta el patio donde se encuentra un ave en el suelo hecha una bola. Me pongo la capucha de la chaqueta que llevo puesta y salgo a por ella para entrarla en casa. Una vez dentro, la pongo encima de la mesa y le miro un poco la cabezita para ver si se ha hecho daño.
-Que bruta eres-me da un picotazo en la mano.- Perdón, que bruto eres. No tienes nada, pero te vendaré un poco por si acaso.
Cuando acabé de "curarla", salí de nuevo al patio y la solté, pero ella volvió hasta el lugar exácto en la que había caído.
-Vamos, vete-me acerqué de nuevo y vi una carta. "Estimada Srta.___, Hogwarts le da la bienvenida". ¿Hogwarts? ¿Qué es eso? La lechuza se fue. Entré en casa, me senté en el sofá y me puse a leer la carta hasta que llegase mi padrastro.
Mi padre me había contado alguna historia sobre este lugar cuando era pequeña, pero nunca imaginé que esto fuese real.

-Me voy-dije cuando entró por la puerta mientras yo bajaba mi maleta con mis cosas.
-¿A dónde te vas niñata?-dijo incrédulo.
-A Hogwarts-se sorprendió.
-¿De dónde has sacado tu eso?
Le mostré la carta.
-¡He estado semanas escondiendo todas estas cartas para que no fueras y ahora, por una hora que salgo una estúpida lechuza te da esto! ¡No te vas a ir!-estaba enfadado.
-¡Si me voy a ir! El tren sale en dos horas-salí corriéndo después de arrancárle la carta de las manos y me dirigí hacia la estación de tren.
Allí había mucha gente. 6, 7, 8, 9...10. No está. Seguí buscando y preguntando a gente que se reía de mí, no se si de mi aspecto o por preguntar por un andén que no exíste. Vi a un hombre de mediana edad, poco pelo pero el poco pelo que tenía lo llevaba pelirrojo, un poquito panzudo y con cara de ser gente amable. Me acerqué a él.
-Perdone...-se giró.
-Hola niña, dígame, ¿qué desea?-valla, era realmente amable.
-¿Podría decirme dónde se encuantra el andén 9y3/4?
-Claro, ¿va a Hogwarts?
-Sí...
-Yo me dirijo hasta ese andén, puede venir conmigo-me sonrió.
-Gracias.
-Me llamo Arthur, Arthur Weasley. ¿Y usted cómo se llama?
-___...
-Bonito nombre
Seguimos caminando hasta llegar a una pared en la que se puso enfrente.
-Hemos llegado.
¿Está de broma? Me miró.
-Oh, perdón. Si, es aquí. Hay que coger distancia para atravesarlo.
-¿A..travesarlo...?
-Si, atravesarlo.
Me gió hacia atrás y me enseñó como hacerlo. Cerré los ojos y atravesé la pared. Valla, no me he hecho nada... Segundos más tardes ya tenía a Arthur a mi lado.
-¿Tienes ya las cosas para ir a Hogwarts?
-No, no tengo nada. Me ha llegado la carta esta mañana...
-¿Cómo? Bueno, yo tengo algunas cosas que te pueden servir.
Empezó a sacar cosas de su bolsillo. Aluciné.
-Es un hechizo-me dijo- Ten, guardalas. Lo único que te falta es la varita, no te preocupes, seguro que Dumbeldor tiene algo para tí.
¿Dumbeldor? Supongo que ya me enteraré.
-Mira, allí está mi familia, ¿viene?
-No, gracias, creo que iré entrando en tren. Gracias por todo.
Me despedí de ély entré en un vagón vacío. Miré por la ventana y vi mi reflejo. Una chica de cabello bastante extraño y gafas gruesas con una sonrisa extraña. Moví la cabeza y me fijé en la gente que había fuera. Divisé a Arthur en el andén junto a su familia. Una señora bajita de pelo rizado pelirrojo, un chico también bajito pelirrojo, dos chicos un poco más altos pelirrojos y una chica de pelo liso también pelirrojo mucho más joven. Valla, la familia pelirroja, se nota que son felices. El tren emitió un ruido ensordecedory los dos chicos pelirrojos entraron en el tren. Arthur me vio y me saludó. Le sonreí y saludé con la mano. Su figura se iba alejando de mí.
Siento que esto va a ser el comienzo de algo......